Según los Evangelios, cuando crucificaron a Jesús le ofrecieron de beber en dos oportunidades.
La
segunda vez, la más conocida, tuvo lugar cuando Jesús ya estaba colgado
en la cruz, a punto de expirar, y uno de los presentes le acerca a la
boca una caía con una esponja embebida en vinagre (Mc 15,36; Mt 27,48;
Lc 23,36; Jn 19,29-30).
¿De donde sacaron ese vinagre?
San Juan nos da la respuesta. Dice que cerca de la cruz "había una
vasija llena de vinagre" (Jn 19,29). No se trata del vinagre que
empleamos nosotros como aderezo en nuestras mesas (que sin duda es
intomable), sino de una especie de mosto Ácido y agrio, que los soldados
romanos solían usar como bebida. La Biblia menciona varias veces este
vinagre como algo delicioso (Nm 6,3; Rt 2,14). ¿Con qué intención se lo
dieron a Jesús? El texto bíblico no lo dice. Quizás para reanimarlo, al
ver que se moría tan rápido. O quizás para acelerar su muerte, ya que
según una antigua creencia la muerte de un crucificado se aceleraba al
darle de beber. O tal vez para mofarse de Él. Pero sea cual fuere la
razón, lo cierto es que se trato de un acto humillante y ofensivo.
ANTES DE SUBIR A LA CRUZ
Pero hay otra bebida anterior,
que también le ofrecieron a Jesús durante su pasion. Ésta tuvo lugar
cuando Jesús recién llegó a la colina del Gólgota, acompañado por los
soldados romanos para ser crucificado junto a los dos ladrones. Mientras
lo desvestían, dice san Marcos que "intentaron darle vino con mirra,
pero Él no lo tomó" (Mc 15,23). También Mateo dice que "le ofrecieron
vino mezclado con hiel; pero Él, después de probarlo, no lo quiso tomar"
(Mt 27,34).
O sea que tenemos dos diferentes
bebidas: una antes de la crucifixión; y otra, cuando ya estaba clavado
en la cruz. La primera era vino; la segunda vinagre. La primera no quiso
tomarla; de la segunda no sabemos si la tomo o no (Juan 19,30 dice que
si¬ la bebió).
Nos ocuparemos aquí de la primera, la del vino.
¿Por qué le ofrecieron vino a
Jesús? Antiguamente existía la costumbre de dar de beber a los
condenados a muerte un sorbo de vino mezclado con aromas, para
anestesiarlos y disminuir en parte los terribles sufrimientos que les
esperaban. Ya en el Antiguo Testamento se decía: "Dad bebidas
alcohólicas al que estᔠpor morir, y vino al que vive amargado; que
beba, olvide su miseria y no se acuerde más de su desgracia" (Pro
31,6-7). También sabemos que en Jerusalén sola haber un grupo de mujeres
piadosas que, como obra de caridad, daban de beber a los condenados a
muerte un vaso de vino fuerte con granos de incienso, que servía como
narcótico.
Esto ayuda a entender quién le
ofreció el vino a Jesús. A primera vista parece que hubieran sido los
soldados romanos; pero eso es imposible, ya que estos no solían mostrar
clemencia con los condenados. Quienes lo hicieron, pues, fueron estas
mujeres piadosas de la ciudad, que quisieron mitigar en parte sus
padecimientos en la cruz.
¿Por qué, según Marcos, Jesús rechazo el vino que le dieron de beber antes de la crucifixión?
Los estudiosos de la Biblia han
propuesto varias explicaciones. Unos opinan que, al rechazar el vino,
Jesús quiso dejar establecida la prohibición de beber vino para los
cristianos. Siguiendo esta interpretación, muchas iglesias y sectas
cristianas actualmente prohíben a sus fieles beber alcohol, diciendo que
se trata de un mandato del Señor. Sin embargo, sabemos que Jesús
durante su vida bebía normalmente, y nunca rechazó el vino que le
ofrecían cuando iba a comer a algún lado (Mc 2,16). Incluso sus enemigos
le habían puesto el sobrenombre de "borracho" (Mt 11,19). Si Jesús
nunca despreció la alegría de beber un poco de vino, que sentido tenía
que, unas horas antes de morir, se pronunciara a favor de la "ley seca".
Otra opinion sostiene que, como
el vino que le ofrecieron a Jesús era para disminuir los sufrimientos de
la cruz, no quiso beberlo para poder as sufrir al máximo cada detalle
de su pasion.
Tambien existe otra opinion,
cuya respuesta se encuentra en un episodio de la Última cena. Según
Marcos, la noche en que Jesús cenaba por Última vez con sus apóstoles
tomó una copa con vino, y luego de dar gracias a Dios la pasó a sus
discípulos para que todos bebieran de ella, diciéndoles: "Ésta es mi
sangre del pacto, que va a ser derramada por muchos". Y agregó: "Les
aseguro que ya no volverán a beber del producto de la vid hasta el día
en que lo beba nuevo en el Reino de Dios" (Mc 14,25).
O sea que la noche antes de
morir, Jesús bebió por Última vez vino con sus discípulos, y les dijo
que a partir de ese momento ya no volverá a hacerlo hasta que el Reino
de Dios llegara. Ahora bien, sabemos que el Reino de Dios quedó
inaugurado a partir de la muerte y resurrección de Jesús (Mc 8,31). Por
lo tanto, el período en el que Jesús se comprometió a no beber vino es
solamente el que va desde la Última cena hasta su resurrección, es
decir, el período de su pasión y muerte en la cruz.