
La Biblia narra en 1 Samuel 28:6-25, un episodio un poco escabroso para muchas personas. En este episodio vemos a Saúl desechado por Dios, el cual en medio de una encrucijada, siente la necesidad de consultar a Jehová, pero Jehová no le respondía por ninguna de las formas que El acostumbraba a hacerlo, (“y consultó Saúl a Jehová; pero Jehová no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas”1 Sam 28:7).
Dada
esa separación de Saúl y Dios, entonces el recurre a otro mecanismo
para poder saber su futuro, y recurre a una pitonisa o adivina, a la
cual visita disfrazado.
Tenemos que decir que quien le apareció a Saúl no fue Samuel, por las razones siguientes:
- Dios tenía prohibido la consulta a los adivinos y astrólogos, por la razón de que Jehová no hablaba a través de tales personas. Dios no viola sus preceptos.
- En la Biblia no se registra que Dios hablara a través de ese medio, Él lo hacia a través de Ángeles, sueños, Urim y Tumin, y por profeta; nunca uso a muertos para dar mensajes. Además de que el verso 6 dice que Jehová se negaba a hablarle a Saúl.
- En Lucas 16: 19 Jesús narra una historia sobre el rico y Lázaro. Específicamente en los versos 27-29 el rico le pide a Abraham que envíe a Lázaro a su familia para que no vayan al lugar de tormento, a lo que Abraham le contesto: “a Moisés y a los profetas tienen óiganlos”, destacando que esos son los medios para el mensaje.
- Aunque haya dado un acontecimiento futuro, debemos tener presente que ya Dios había desechado a Saúl, por lo que en el mundo espiritual se sabia cual era el destino de Saúl y su familia.
- Independientemente de que se refiriera al seol, Samuel y Saúl no iban para el mismo lugar, Samuel estaba en el seno de Abraham, pero Saúl iba al lugar de tormento.
- Notemos que la pitonisa dijo que veía dioses subir de la tierra (28:13), claramente son demonios que se personificaron en Samuel, manteniendo engañada a la pitonisa y al mismo Saúl.
De manera que entendemos de que no fue Samuel quien se le apareció a Saúl, sino que Dios permitió que demonios personificaran a Samuel para mantener engañado a Saúl, como el caso de Acab cuando fue inducido para que caiga (1 Reyes 22:20-23).